En un “escuálido” acto en el marco de la conmemoración roja rojita del histórico “11A”, el señor presidente de la Asamblea Nacional, lanzó esta joyita: “Esta maldita oposición persigue al gobierno. Es una realidad…….”. El Nacional, martes 12 de abril, 2011.
Señor presidente de la AN, “coyuntural por cierto, por aquello del truco de los circuítos electorales”, ¿por qué no sigue el ejemplo de Nelson Mandela y promueve la reconciliación?
Mandela si tenía un millón de razones para odiar a los blancos, para lanzar un grito de guerra. El tuvo la lamentable oportunidad de ver miles de muertos por la represión del “Apartheid”. Lo que les tocó no eran cuenticos de cafetin bolivariano. Les tocó vivir en carne propia lo peor de lo peor de una política de sometimiento de un pueblo en plena etapa final del siglo 20.
Pero la estatura de ese hombre negro, que pasó 27 años en la cárcel, le permitió superar el “resentimiento” y poner en su lugar a los que deseaban sustituir el “Apartheid blanco” por la “Venganza Negra”. Ese hombre se convirtió en un “pro-hombre”, y honró a la humanidad con su ejemplo, y su política de “reconciliación de los seres humanos que viven en Sudáfrica”.
A usted, que ha sido un guerrillero combatiente en los años sesenta y setenta, que además ha visto como se cayeron las falsas promesas de un mundo mejor, como las Rusia y Cuba, por cierto en las usted además creyó, le toca en medio de la “ancianidad de su vida”, recuperar la “cordura”, y promover la reconciliación nacional. Cualquier otra dirección que promueva lo condenará al juicio de la sociedad venezolana.
Como reflexión sobre la palabra “maldito o maldita”, le ofrezco la actualización de la famosa frase de Bolívar a nuestro siglo 21. Me refiero a aquella que dirigió vehementemente a los militares. Su replanteamiento sería algo así: “Maldito el funcionario o funcionaria pública, que utiliza su poder para poner a pelear a sus conciudadanos. Maldito el funcionario o funcionaria pública que no utiliza el poder dado por los ciudadanos, para garantizar el derecho más sagrado del ser humano: ‘LA VIDA’”.
Usted ya no es un simple simpatizante de la “Revolución de los Cangrejos”. Usted hoy día, representa, claro “coyunturalmente”, al Poder más importante de la Nación. Por ello, siéntese y tómese un whiskicito, que le caerá bien a su “arrugado y endurecido” corazon, y léase con calma la historia de Mandela y las estadísticas venezolanas, la de homicidios, servicios públicos y lucha anticorrupción. Así, cuando vuelva a declarar, automáticamente, tendrá presente a Mandela por un lado, y a un Bolívar “actualizado” por el otro.
Señor Soto Rojas: ¡Está a tiempo de no ser un MALDITO!
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