El domingo de Resurrección es también una fiesta especial para el pueblo vasco: es el “Aberri Eguna”, es decir, el día de la patria vasca.
El Aberri Eguna en esta oportunidad, casi que coincide con el 74 aniversario del “bombardeo asesino” que inmortalizó Picasso en su famoso cuadro “Guernica”. La acción “genocida” de la legión cóndor, de la aviación alemana, se desarrolló un 26 de abril, en el año 1937.
Gernika no fue elegida por el azar del promotor de la segunda guerra mundial. No fue un “error de brújula” el que puso al pueblo vasco en la mira de los aviones alemanes. Gernika, simplemente simboliza el alma vasca arraigada a un “a?bol histórico”, bajo cuya sombra los reyes españoles juraban el respeto a los “fueros vascos”.
El bombardeo fue un pacto del “fascismo” de la época, fue un pacto de dos locos que marcarían la historia.
Gernika fue el primer pueblo en la historia humana que fue objeto de un bombardeo militar, en momentos en que su población se encontraba inmersa en la típica actividad diaria de las pequeñas villas: gente en el mercado, niños jugando en las calles, mujeres caminando……
“El bombardeo comenzó a las 16:30h, la campana de la iglesia de Santa María tocó tres veces a rebato, dando la alarma y sorprendió inesperadamente a todos los que plácidamente se encontraban disfrutando de la tarde. El primer avión, después de dar unas vueltas sobre la Villa, soltó tres bombas explosivas. Era el comienzo de un bombardeo ininterrumpido que terminó hacia las 19:30 h.”
Los “partes de guerra de la Legión Cóndor” establecían como objetivo el puente situado en el barrio de Renteria, lugar de paso del ejército vasco en retirada. Pero este puente, así como la zona industrial, en donde se encontraban las fábricas de armas, quedaron intactas ……… El núcleo central del pueblo, sin embargo, resultó completamente destruido.
La destrucción total de la Villa incita a pensar que se trató de un bombardeo planificado; quedaron destruidas 721 casas, y solamente el 1 % de los edificios quedaron intactos. Los aviones alemanes de la Legión Cóndor realizaron la sistemática destrucción de la Villa, con el fin de experimentar los efectos psicológicos en una población civil ….
José Antonio Agirre, Presidente del Gobierno vasco, hizo la siguiente declaración: “Ante Dios y ante la Historia, que a todos nos ha de juzgar, afirmo que durante tres horas y media los aviones alemanes bombardearon con saña desconocida a la población civil indefensa de la histórica villa de Gernika reduciéndola a cenizas, persiguiendo con el fuego de ametralladora a mujeres y niños, que han perecido en gran número, huyendo los demás alocados por el terror”.
Sin embargo, fue Pablo Picasso con su obra “Guernica” el mejor difusor del horror de aquel bombardeo, fijando su posición ante aquel hecho histórico: “en el mural que estoy trabajando y que llamaré Guernica expreso mi execración de la casta que ha hundido a España en un océano de dolor y muerte”.
Actualmente, se está desarrollando una campaña buscando firmas que apoyen el traslado del inmortal cuadro de Picasso a la pequeña y hermosa ciudad de Gernika (www.guernicagernikara.net).
Cualquier “ciudadano del mundo” puede firmar. Estoy seguro de que el propio Picasso lo haría si estuviera vivo. Es simplemente un acto de justicia con los pueblos. El “inmortal cuadro” debe estar al lado del “histórico arbol”, y en medio de los descendientes de aquellos hombres, mujeres, niños y animales que fueron presa del primer genocidio de la aviación militar.
Un mundo que declara reconocer los derechos de los pueblos antiguos, no puede taparse los ojos con el caso vasco. Debe exigir al Estado Español una demostración clara de que marchará al ritmo de la historia contemporánea. Una demostración clara de que se busca “la interdependencia de las culturas” y no la “sumisión ahistórica” de una de ellas, por mucho más vieja, a un “centralismo caduco”, que quedó para los museos de la historia y la geografía del siglo 20.
El actual Estado Español, sucesor de Franco a partir de su muerte por causas naturales, debe hacer como hicieron los dirigentes alemanes de la postguerra: reconocer el error cometido. Y como gesto enviar el cuadro a su lugar de nacimiento.
Y seguro estamos de que “Picasso esango zun baietz: Guernica, Gernikara” (Picasso hubiera dicho si: El Guernica a Gernika). ( www.guernicagernikara.net)
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