Capriles y La Toma Catia
Relato de Saverio Vivas - Gente del Oeste Catiense
Los rebeldes de Catia despiertan
A las 6 am. sonó mi malvado reloj. Todavía estaba medio dormido, cuando mi hija de 8 años, desde la oscuridad, me dio un gran susto al decirme: “Papi hoy viene Carriles, ¡Que fino!”… jajaja. Luego del susto, un beso para mi nena, y mandarla a dormir un poco mas. Pero para mi la carrera había comenzado…
Vivo en la Cortada de Catia (es un sector de los Magallanes “según la burocracia urbanística”)… A las 6:35 am, cruzo la calle Real de la cortada, subo las escaleras hasta la 2da. calle de la cortada. Subo por una larga vereda de escalinatas. Salgo a la calle Olivares. Y ya estoy en la calle Sonrisa…“¡Versia pana tu si eres fiebrúo!” Me dicen entre risas, otros fiebrúos del Comando Venezuela de Catia, que ya estaban revisando la ruta.
De la calle Sonrisa a la calle Real de los Magallanes, todo se ve tranquilo, pero noto que los “fiebruos” somos más. En la farmacia La Fe, ya están reunidos un grupo de vecinos de Pérez Bonalde y Nueva Caracas. Es natural el entusiasmo de ellos. ¡Son víctimas directas de las expropiaciones sin pago del alcalde ausente!
La farmacia La Fe, está en plena avenida Bolívar de Catia, y de allí me lancé para la calle Argentina y luego a la estación del metro de plaza Sucre. Escribí “me lancé”, no por ser coloquial, sino que allí la vialidad es un desastre. Todos los días decenas de persona se lastiman, tropezando y saltando los escombros de una “reparación” del bulevar (La obra preferida de los contratistas de Jorge Rodríguez)… Alerta para no caerme. Y llegué a la estación del metro de plaza Sucre. Ya habia gente reunida.
Ya son las 7:15 y en plaza Sucre ya estaban los amigos de Propatria, Las Brisas, Casalta I, II, III, La Silsa, y más gente de Pérez Bonalde y Nueva Caracas. A las 7:30 llegaron desde el bulevar los vecinos de la carretera vieja, El Limon, Tacagua Vieja, Nuevo Día, El Caujaro. Ellos fueron la poderosa estructura del chavismo en esos sectores. Muchos buhoneros y curiosos al verlos llegar los saludan con aprecio. La gente los conoce como los dignos dirigentes catienses que son, pese a que el gobierno intentó inútilmente de estigmatizarlos, por haber cometido “el pecado” de criticar la gestión.
Llegan los olvidados
Cerca de las 8 am, llegan los vecinos del “Eje 3”... ¿Qué es eso de Eje 3? Eso es, Gramovén, Tamanaquito, Nueva Esparta, Los Molinos, mis vecinos de la Cortada de Catia, y del barrio Federico Quiróz (las víctimas del futuro parque Fabricio Ojeda, que Chávez mandó a construir donde están sus casas). “¡Tamos resteaos carajito!”, me dice una amiga “oficialista” de Federico Quiroz. “¡Vamos a ver que es lo que es con tu Capriles!”...
Federico Quiroz merece una mención especial. Esta pobre gente maltratada, necesita recuperar la esperanza perdida en “las mesas de trabajo” con los burócratas del gobierno. Están cansados y desesperados de esperar sus casas. La última vez que ellos se rebelaron contra el gobierno, fue cuando la alcaldía les ordenó abandonar sus casas (Coincidió con la protesta de Nueva Caracas, por las expropiaciones). En esa oportunidad, los vecinos de Federico Quiroz, furiosos tomaron la plaza Catia, cerraron la avenida Sucre, colapsaron la ciudad. No hubo forma, ni policía que se atreviera a mirarlos feo. Solo un mar de promesas de Nicolás Maduro y El ministro de defensa les hizo deponer la protesta. Pero luego de meses, de más “mesas de trabajo” con más burócratas, están nuevamente al límite. Los últimos acontecimientos ocurridos en refugios como el “Che Guevara” de Antimano (donde fueron a parar familias del barrio Fedrico), han causado terror entre los vecinos. “¡Dios nos libre de terminar en uno de esos refugios de horror!” dicen.
Mirando los alrededores
Vuelvo al relato... A las 8:30 me distraje explorando los alrededores, en busca de alguno radical rojo de esos que abundaban antes, pero nada. De regreso a la estación de Pza. Sucre, me encontré un hermoso despelote de gente. Vecinos de Nuevo Horizonte, más gente de La carretera vieja - Plan de Manzano, Paramaconi, Blandi, planta Cantina, Las Torres -. Ya habían llegado los vecinos de Altavista, Ruperto Lugo, Los Frailes, Macayapa, Gato Negro, Cutira, El nacimiento, Los Flores, Isaias Medina, Morochito, La vaquera, Tacagua nueva (o lo que queda de ella), gente del 23 de Enero (que para mi también son catienses). Los amigos de Lídice y Manicomio (que según la burocracia ya no son de Catia, sino de La Pastora). Y comenzaron a llegar los de Urdaneta , Simón Bolívar y Cuartel… “¿Dónde está el hombre? ¡Vamos a dale!”,, preguntaban entusiastas.
A esa hora Capriles ya andaba “vagabundenado” por Catia. Hablando secretamente con Comisiones de refugiados. ¡Secretamente!, porque si el gobierno se enterara quienes participaron, los echaría a la calle, como ya ha pasado varias veces. Decir estas cosas, confieso que me llena de profunda rabia. Quiero justicia para mis amigos en los refugios. No quiero que los humillen más. Capriles ya entiende el drama.
A las 9:30 se apareció en la estación del metro un viejito con un megáfono, y luego de 15 minutos de gritar “Chavez, Chavez, Chavez, Chavez”, sin que nadie le parara olas, recibió un regaño del árabe dueño del restauran de chawarmas. “Vale, deja de fastidiar que los clientes están molestos”. El viejito se cambió de frente, hacia el lado donde estaban sentados los vecinos de la carretera vieja, y francamente estos no tienen mucha paciencia para estas cosas. Sin decir una palabra, uno de los exdirigentes chavistas de la Carretera vieja se le acercó, le dijo algo al oído, y el viejito se fue. ¡No tengo idea que le dijo! Jejeje.
De vuelta en el sitio de la concentración
Entonces me fui a los Magallanes otra vez… ¿Se saben ya la ruta?... Cruzando el “huequero” y los escombros, pasan por los mercados en la calle Argentina y llegan a la farmacia La Fe, en la avenida Bolívar… jajaja... A esa hora la PNB ya estaba en el sitio. Aburridos, porque los panas rojitos no aparecieron.
En los Magallanes la fiesta ya estaba prendida… un mar de banderas de todos los partidos políticos. En la primera cuadra, estaba Stalin y Alejandro Vivas. Dediqué un especial para Stalin, pues el abrió la puerta a un nuevo liderazgo, en una época en que para soñar aspirar tenias que tener 55 años o más.
En la siguiente cuadra estaba el equipo de giras de Caracas, desesperado por convencer a la gente que se quedara allí, porque Capriles llegaría a ese punto (nadie les paraba, pues nadie sabía quienes eran estos personajes). Entonces, calmamos al equipo de gira y comenzamos a pedirle a nuestros vecinos que se concentraran en ese punto, pues “el hombre estaba comiendo en una casa del sector” (según nos dijeron).
En esa esquina estaba el periodista Pedro Pablo Peñaloza acompañado de un fotógrafo… La gente le decía, “¡Ese triple P! ¿Qué hubo, pana?”. Un rato más tarde, luego de unas cuantas carreras de ida y vuelta, el punto se llenó. Así todo se volvió un mar de sonrisas en la calle Sonrisa… ¡Perdon!. Al final de la calle Sonrisa, en la parte más baja, queda la plaza El Cristo, y allí un par de radicales oficialistas tenían largas caras de rabia, pues llamaban por teléfono a toda Catia, y na-nai-nai (Nadie llegó a defender la revolución)… Al final de la jornada, este duo pagaría su frustración con un jovencito de 19 años que volvía a su casa. (Pero no nos adelantemos).-
Listos para arrancar
En resumen. Si uno recorría la concentración, se encontraba a Pablo Medina, Yván Olivares, Máximo Sánchez, Andrés Bello, Ramón Muchacho, Ismaél León, a Gladys Castillo, Carlos Vequio, Ramón López, Alejandro Sánchez, Maribel Castillo... Pero como siempre digo, mis héroes son los locales, esos que no son estrellas de TV, pero que han forjado el magistral cambio político de Catia. Ustedes no tiene idea de quienes son, pero poco a poco los iran conociendo.
A las 10 am, estaba todo listo. Con los héroes anónimos de Catia concentrados en ese lugar. Las miradas se desviaban hacia Wilmer Benítez, nuestro jefe de campaña de Catia, que parecía un león enjaulado. De vez en cuando pasaba la amiga Beisy Valdespino, coordinadora de la parroquia, dando vueltas en moto por todo Los Magallanes, por Vista al Mar, por La Cortada de Catia, por Guaicaipuro, por La Laguna, por El hospital, y ¡todo fino!
A las 11:20 toda la gente que estaba en la estación del metro se había desplazado y unido con los vecinos de Los Magallanes. Solo una persona se lastimó cruzando los escombros. (Jajaja, nada grave, Jorge Rodríguez puede dormir en paz)… Y a las 11:30, aparecieron Capriles, Ledezma e Ismael Garcia.
Y comenzó la locura.
Llegó Capriles a Catia
Serian las 11:30 am cuando llegaron Capriles, Ledezma e Ismael Garcia. Inmediatamente Capriles se convirtió en el ojo de un huracán de gente, que luchaba por tocar, saludar o simplemente verlo de cerca. No tenía la “gorra de prohibida”. Cargaba una gorra de los Leones del Caracas, y eso en los Magallanes de Catia, no te hace muy popular (jeje), pero a Capriles se le perdona.
Viendo la escena, me acordé de las fiestas patronales de un pueblo; todos haciendo cola para tocar a la imagen del santo que sacan a pasear por el pueblo. Aunque en este caso no se hacia cola.
Al llegar “San” Capriles. Me tocó correr para anunciar su llegada… En realidad (como previamente había visto el efecto "río de gente", que ocurre cuando el candidato camina), preferí pegar un buena carrera para no ahogarme en el gentío.
Los compañeros me vieron llegar corriendo, y entre risas se prepararon para lo que seguía a continuación. Me dijeron que Ledezma comenzó a hablar para los medios en la farmacia La Fé. En realidad lo que dijo, poco importó. Seguramente los medios impaciente lo deben haber cortado (descortésmente), pues Capriles estaba estirando las piernas, abrazando mujeres, señoras, y saludando a cuanto se le acercaba.
Capriles comenzó a caminar
Cuando volvía de regreso hacia la farmacia La Fe, donde estaba el candidato, se soltó “el agua contenida de la presa”…
Capriles comenzó a caminar, y hasta el más orgulloso vecino (que hasta hace un rato criticaba toda la alharaca por “ese chamo”), disimuladamente quería ver al carajo “que tiene loco a Chavez”... El gentío se me venía encima, y tuve que regresar corriendo, y alejarme.
Los gritos, los saludos de la gente que lo veía pasar, y la desesperación de los que querían caminar junto a él, me recordaron a una estrella de rock. ¡Pero no una estrella cualquiera! Capriles es una especie de Beatles de la política. Y francamente, ni Chávez en sus mejores días causaba semejante efecto en la gente.
Mientras corría delante de Capriles, buscaba a los dirigentes de Catia, para que fueran ellos quienes caminaran junto al candidato. Pero acompañarlo no es fácil. Al llegar a la calle Sonrisa, el pana Enrique desde el camión del sonido, parecía que iba a morir de un ataque cardiaco. “¡Enrique Capriles Radonsky esta llegando a Caaaaatiiiaaaa, señores!”
Me encantó ver como había gente que temblaba esperando que Capriles pasara cerca. En este punto, el candidato habia pasado a través de los defensores de la tarjeta unitaria, rebasado a los muchachos de UNT, y ¡el río crecía con fuerza!.
Delatando al candidato
Aunque era una subida hacia la calle Olivares, la fuerza del remolino de gente aumentaba a cada paso. Y a la altura de la calle Comercio (transversal a calle Sonrisa), la tropa amarilla de PJ fue arrastrada por el remolino. Los más veteranos de estas batallas con Capriles, apuraron el paso, persiguiendo a una gorra prohibida creyendo que era el candidato Capriles. Entonces me tocó llamarlos y decirles: “Ya va, ya va… Tranquilos que ese no es. El viene aquí…” Y así se me vino encima una multitud…
Pero caminando con nuestro candidato no hay que dormirse, porque te tumban. La fuerza del rio de gente es notable. Y es una fuerza que en realidad escapa del control del candidato. En la calle Olivares, como pudo, Capriles se aferró a la acera alta, y logró estirarse para saludar a unas señoras. Pero la corriente de gente era demasiado fuerte y el candidato se dejó llevar por la multitud alegre…"¡Se ve se siente!"
Moderando a la seguridad
Me habían prevenido de “no mandar al cipote al equipo de seguridad”, y había prometido portarme bien, “no pelear con nadie”… Así que cuando ví a un elemento de la seguridad que evitaba que una muchacha se acercara al candidato, intervine… “Deja a la chama, pana…” le dije. “Yo soy el jefe de seguridad de bla, bla”… me contestó con autoridad. “Ta, bien pana… Trata de tener más tacto, y deja que la gente lo salude... Y tranquilo que yo te ayudo”… (La chama entonces pudo abrazar y besar a Capriles, para envidia de las feminas – pero nunca sabrá que yo fui su verdadero héroe, ¡Ingrata vida!, jaja)
¿Dónde está Wilmer Benítez?
En ese punto me acordé. "¿Dónde está Wilmer Benítez (nuestro jefe de campaña)?" No lo veía al lado del candidato. El estaba obligado a estar junto al candidato, representando a la gente de Catia. Entonces lo vi aparecer nadando entre la gente, y a empujones lo llevamos hasta el frente, “para que indicara la ruta”.
En las veredas de la calle Olivares, los vecinos estaban literalmente con la boca abierta. Gente que había subido desde La Cortada (la parte más abajo del barrio) y nos veía pasar con una sonrisa sincera.
La gente gritaba tantas cosas, pero mis oídos solo estaban afinados para los oficialistas… Y en ese nivel. El silencio era absoluto… Puros “te amo” “Viva capriles” “Capriles, Capriles” “Se ve se siente” “Capriles presidente”… Y ningún fuera, o viva Chavez…
Un chorro de gente
Mientras yo pensaba tonterías. Ya nuestro representante por Catia estaba junto al candidato. Y de pronto me di cuanta que estábamos en un “cuello de botella”. Pasar toda esa gente por allí fue difícil. En las fotos (Ver la que encabeza la parte 2)... Verán a Ramón Muchacho aplastado, a Yván Olivares aprovechando su estatura, a Ismael García tropezar por tratar de hablar con Wilmer Benitez y… ¡y nada!... Salimos de la calle Olivares como un chorro de gente a presión… Y entonces… ¡Dios mío!…
Al salir de la calle Olivares nos esperaba un gentío bestial… "¿De donde salió tanta gente?"
El camino de la victoria
De aquí en adelante no tuve idea de dónde estaba… Me perdí en pensamientos… Caminaba obligado por la inercia del grupo… ¿El camión iba adelante? Uhh… Si…
Desde lo alto de las casas, la gente lanzaba unos papelitos dorados, creando un espectáculo de luces bellísimo. El paso del río y del candidato se sentía en cámara lenta. Flotaba el pueblo.
Mientras corría por los campos elíseos de la calle Gobernador, vi aparecer, frente a mí, a una hermosa dama con una gran sonrisa. Y al llegar a ella… Me dio un gran empujón para quitarme de su paso y abrazar a Capriles… (jaja - ¿Qué tiene el candidato que no tenga yo?)… Un poco más adelante, había más gente aún… Y aquí dejare que Globovision les cuente.
Enlatados
La escena que uds. vieron en Globovision, ocurrió así.
No podíamos avanzar, ni retroceder. Ni respirar, ni caernos. Estábamos todos como en una gran lata de sardina. Estábamos tan apretados que por un momento, recordé a los vagones de nuestro abandonado metro de Caracas. Al menos en esta escena (a diferencia de una en un vagón del metro), podíamos respirar aire fresco…Y para colmo, los periodistas se nos vinieron encima.
Pasaron unos ¿10 min?... Capriles literalmente comenzó a nadar entre la multitud apretada, y como pudo fue acercándose al camión del sonido, en medio del terror de los periodistas, jaja. (Digo “Terror”, porque los periodistas no podían seguirlo, así que para que los micrófonos llegaran al candidato. Hubo una suerte de baile de empujones en aquel mar de gente, que un afortunado en el camión, sostuviera todos los micrófonos.
Los más jóvenes empujaban con fuerza para acercarse, y como resultado, la "negra" Rosaura, de ABP, fue sacada del “vululú”, casi desmayada. La concejal Gladys Castillo no tuvo mejor suerte (No se desmayó, pero casi la derriban). Como pude, la ayudé a escapar del sitio, y le sugerí subir al camión por un costado, para que pudiera salir en la gráfica… Y Globovisión puede seguir el relato. Uds. lo vieron. Yo no lo he visto aún…
Capriles conversando con el pueblo
Metido en la multitud, me preocupaba que Capriles no hablara de “Catia municipio”. Y me concentré en recordarle el tema.
Capriles habló de seguridad… ¿Tienen idea de la cantidad de chamos que han muerto en Catia, víctimas del hampa?... A diferencia del tipo de la carroza, Capriles no tiene miedo de hablarnos de la guerra no declarada que vivimos en Catia. En esa escena había viudas, madres, huérfanos y todas las variantes creadas por la tragedia de la delincuencia. Capriles habló primero de lo que primero tenia que hablar… No habló que la gorra, ni del imperio, ni de la tortuguita de Rosaines, ni de cuando el era “cadete faltón” y tomaba caña uniformao en la calle Colombia de Catia. Capriles no habló paja.
El Agua
El candidato enumeraba problemas, “¿y el agua?” pensé… “Se le olvidó el agua, se le olvidó” ,dije en entredientes. Y sincronizando con la lista de problemas que enumeraba Capriles, le grite: “¡Y EL AGUA!”… y Capriles dijo: "y el agua"… (Y yo me sentí orgulloso de aportar a ese histórico discurso, jajaja).
Hablando en serio. ¿Saben qué difícil es bañarse con una jarra de agua fría de la nevera?. Cuando uno trabaja en oficina, no puede confiarse, y el baño es obligado... Lamentablemente, 14 años después de comenzada la “revolución”, miles de catienses no tiene servicio de agua regularmente en sus casas. La “revolución” se ocupó de poner un satélite en el espacio para poder hablar paja política, pero no se ocupó de poner agua en el barrio.
Los refugiados
Y habló de los damnificados. Los llamó refugiados… “Yo nunca le he quitado nada a nadie” , y cuando dijo eso, seguro un pocotón de chavistas que tenían dudas, finalmente se convencieron. Capriles no nos quitará la promesa de casa, y de paso se compromete a cumplirnos.
“Catia municipio” ,“¡Dios mío, habla de Catia municipio!” Pensaba yo… Y Capriles hizo la propuesta…
Catia Municipio
Cuando Capriles terminó de explicar la idea (dejando de último la palabra “municipio”)… Un terremoto de alegría cruzó el cielo de Catia… Porque Catia quiere ser municipio… A mi se me aguaron los ojos. Y seguro, los otros dirigentes se abrazaron. Fue tal la alegría, que casi le saco un pulmón a Richard blanco, por una palmada en el hombro, que le di.. El pana sabe lo que significa para nosotros Catia municipio.
Y Capriles finalizó…
Continúa el río crecido
El rio de gente reanudó su marcha. Capriles continuó su paso, ahora hacia la plaza El Cristo… Y para que contar lo que ya les he dicho… Ni un solo insulto. Solo un mar de alegría. Y “¡Caramba! este tipo es un atleta”… “Yo ya estoy cansado” pensé.
Marcha, remolino de gente, abrazos, música, consignas, aliento para el candidato… Y llegamos a la plaza El Cristo. Yo la verdad no me acordaba, pero al llegar allí, la “revolución” nos tenía un gran pozo de agua sucia. (Cortesía de Jorge Rodríguez y su ineptitud como alcalde. Jeje). Allí todos pegaban sus brinquitos para no caer en otro pozo…
En la plaza El Cristo, un crucificado
En ese punto. Más tarde me explicaron que dos camaradas “revolucionarios” le dieron una paliza a un chamo de 19 años, que volvía a su casa. Así desahogaron estos solitarios personajes, la frustración de pasar ¡4 horas llamado por teléfono! a defender la revolución, sin que nadie les parara bolas.
El niño Bolívar en la avenida Bolívar
De la plaza El Cristo, salimos a la avenida Bolívar de Catia. Y allí disminuimos el paso, porque en ese lugar nos esperaba más gente. Pero, aunque el paso era suave, para algunos era difícil aún. Una señora, con su hijo de unos 9 años, trataba de acercarse a Capriles, pero la multitud era demasiada. Como veía que la señora tenia largo rato tratando de acercarse con su niño. Le rogué a la señora que me dejara ayudarla, y así le lleve el niño al candidato. Por un instante se detuvo el remolino. Y Capriles pudo abrazar al niño.
Pero como la multitud casi arrolla al candidato, Capriles tuvo que tomar en brazos al niño y lo cargó unas dos cuadras… La señora agradecida recibió a su chamín, y juntos siguieron caminando.
Los humillados y sus capataces
Por la avenida Bolívar pasamos frente al mercado popular “Don Pollo”… Un grupo de chiflados (los coordinadores del mercado) se asomaron al galpón para gritar un par de groserías. No hay que decir mucho sobre el caso, pues a estos personajes no los quiere nadie en Catia. La gente que ocupa ese galpón en "Don Pollo", era buhonera, y luego de años de lucha, los ubicaron en dicho galpón. Los nuevos propietarios arreglaron sus locales, y, con trabajo y esfuerzo, hicieron el punto comercial (porque al principio nadie iba a comprarles nada)… Y ahora que al fin han levantado sus negocios, la alcaldía de Caracas ha expropiado, dejándolos sin trabajo. Pero en el galpón nadie dice nada, porque el grupo de chiflados a que hago referencia, los amenaza con quitarles el local sin nada a cambio, “por traidores”…Así trata este infame gobierno a nuestra gente.
La gran 2da Avenida de Catia
Y la marcha ya estaba frente al Central Madeirese, en el punto donde tenemos a Cuartel y Urdaneta al alcance de la mano. Pero Capriles dobló hacia el 23 de Enero. Entramos en la 2da. Avenida de Catia, la que cruza toda Catia y termina en Los Flores, a metros del “23 de Enero”.
Ya estábamos en Pérez Bonalde, y en esta parte la gente se amontonaba en la calle Argentina. Luego, en el bulevar de Catia pegaban brincos de alegría. Corrían a tomarse fotos con el candidato. En la calle Colombia los PNB se asustaron, porque Capriles amagó con seguir por toda la calle Colombia, pero lo aguantaron…
De Pérez Bonalde a Nueva Caracas
El surfista del cambio siguió junto a su rio humano, rumbo a una Nueva Caracas. La región de Catia donde los el gobierno quieren dejar sin empleo a más de 8.000 vecinos. Una región de bandera de la resistencia contra el abuso. El candidato podía ir a plaza Catia, o donde le viniera en gana, pero fue a Nueva Caracas. Y Nueva Caracas se lo merece… No les contaré todo lo que le han hecho a los vecinos de esta gran región de Catia, porque seguro lo saben.
"Visitando" la sede frente al Psuv
Ya en la calle México, a poco metros de la capilla mormona, me di cuenta que el candidato iba rumbo a la sede del Psuv-Catia. Y le comente a Ismael García que pasaría frente al Psuv. Pero ni modo…pasamos la calle Chile… Y al llegar al Psuv, los más jodedores aprovecharon para tomarse fotos. Catia estaba de fiesta…
Unas brazadas más
Por la calle Bolivia, y 1, 2, 3 cuadras más... Ya a metros del maltratado Hospital Periférico de Catia. Pasamos cerca de la acera donde mataron a mi primo, y donde pasó 6 horas tirado en el suelo, esperando que lo recogieran (a metros del hospital)…
Otra cuadra más, ahora en subida… Ya estábamos sobre el elevado. Mirando El 23 de Enero, Altavista, el parque del Oeste, Los Flores… ¡Que bella es Catia y su gente!…
La 2da. Avenida full de pueblo
“¡Saverio, mira para atrás pana!”… Me gritó un vecino...
Tras nosotros, la 2da. Avenida repleta de gente… 20 minutos después que Capriles se había ido, la gente seguía caminando… Capriles Radonsky había colapsado Los Magallanes, y de ñapa, había llenado más de 10 cuadras de Catia… ¡Y con razón, en la plaza Catia, 4 gatos chiflados frustrados por la demostración, se peleaban contra un cartel de Capriles, desahogando sus rabias… No es culpa de Capriles que el pueblo se haya cansado de Chavez.
Tras este detallado informe acerca de la inverosimil recepción de la tradicionalmente Chavista Catia al candidato HCR, pregunto: ¿Vale la pena discutir PÚBLICAMENTE el tema de las captahuellas y todo lo que pueda ser fraude electoral a riesgo de mermar ese entusiasmo que es, por cierto, la mejor defensa contra el posible y poco probable fraude?
ResponderEliminarBueno Jon, lo que se necesita es que no ocurra lo del 2004. Afortunadamente, el comando está entrando en este tema álgido. No es fácil, pero es necesario abordar.
ResponderEliminarEl fraude está montado. No digas que es poco probable. Lo que hay que hacer es DESMONTARLO. Y eso se puede !!!
No más ovejas al matadero.....
Nada más perverso que dejar los destinos de una Nación en manos de un TIRANO. Los pueblos nobles tarde que temprano DESPIERTAN, sobre todo cuando sus sueños se han visto BURLADOS, la decepción juega su muy importante rol en la vida de los ciudadanos que no ven respuestas ciertas, concretas o tangibles a sus problemas y necesidades. Nada malo dura para siempre y le llegó la hora de salir de Miraflores a un venezolano que en su corazón no supo sentir "VERDADERO AMOR por la Patria", despilfarrando los recursos del país y despreciando la confianza que un día depositaron en él. Lo de Catia es la más fiel muestra de que VENEZUELA clama FUTURO. Después de una larga y pesada noche, siempre nace un nuevo día Es tiempo de OPTIMISMO, PERSEVERANCIA Y CORAJE para recibir al NUEVO AMANECER de VENEZUELA.!!! Saverio, llegó el FUTURO, está tocando la puerta....TOC...TOC...TOC...!!!
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