martes, 15 de marzo de 2011

La Gasolina entre la mentira oficial y la viveza criolla

En el artículo del día jueves 09/03/2011, observamos que la PDVSA  de la “Revolución de los Cangrejos”, maneja un “sospechoso modelo de pérdidas” en la gasolina, que es vendido a la nación como una manera de beneficiar al pueblo proporcionándole un importante ahorro en su bolsillo, pero que en la “chiquitica”, parece esconderse detrás de ese discurso un gran negocio de mafias vinculadas al eje “Caracas – La Habana – Teherán”
El argumento central fue sencillo: los valores de consumo interno de gasolina y diesel no son “creíbles”, por la simple razón, de que llevada la “cifra oficial” de consumo diario a los niveles “per cápita personas” o “per cápita vehículos”, arroja la sorprendente cifra de que cada venezolano mayor de edad consume casi 4,5 litros diarios, o que cada vehículo usa 20 litros diarios del combustible. De allí, que surja la hipótesis razonable de que un % de lo que PDVSA declara como “consumo interno”, en la realidad es la base de un meganegocio internacional, que lo vende a 130 $/barril siendo su “costo” menor a 3,80 $ el barril (precio interno del barril de gasolina).
Además vimos, que mientras el Militar Presidente echa el cuento “caza bobos” de la gasolina “social” y la “PDVSA del Pueblo”, lo que sucede en la práctica es que la petrolera se va endeudando progresivamente con bonos y ventas a futuro, en montos cercanos a lo que ha dejado de cobrar en estos doce años por concepto de costo de la gasolina puesta en el mercado nacional  (más de 20 mil millones de $). Y concluimos que esta historia está llevando al Jefe del Gobierno de los “Militares Buenos” a salirse de una autopista de cinco canales para entrar en un callejón sin salida.
Ahora bien, la otra cara de esta película de la gasolina está marcada por la “viveza criolla” de parte importante de la gente que tienen vehículos, ya sean de uso personal o de transporte, así como de parte importante de la sociedad que sufre de “analfabetismo político-económico”. Hemos escuchado todo tipo de argumentos para justificar que en un país “muy rico”, con petróleo hasta más no poder, la gasolina debe casi que “regalarse”, y que si se llegara a subir, tendríamos inmediatamente no uno, sino varios caracazos, amén de que la inflación pasaría a tres dígitos por lo menos.
En otras palabras, se juntaron el “hambre de negocios” y las “ganas de no pagar”. Estas dos caras de la gasolina, la “mentira oficial” y la política “juan bimba” de parte de la gente que tiene vehículo, están jugando con las futuras generaciones de venezolanos. La “corrupción de valores”, en la sociedad e instituciones, está haciendo que importantes recursos “no-renovables” sean malgastados diariamente, en proporciones muy grandes y con consecuencias obvias para la gente y la economía de PDVSA. La alta contaminación en las grandes ciudades por los “rumildos” que llevamos por dentro y que tan bien describió Renny, el deterioro de la infraestructura vial por alto uso, el efecto en el flujo de caja operacional de PDVSA, y el “obligar” a los ciudadanos de a pié a “subsidiar” la gasolina que usa una parte minoritaria de la “sociedad con ruedas”, son algunos de los elementos a superar en el corto plazo. Y esto hay que hacerlo antes que la “super amenaza” representada por la posibilidad de que aparezca el día menos pensado una “energía” alternativa barata para los carros coloque a la gasolina en el papel “secundón” del carbón en la actualidad.
Esta “decadente” historia de la gasolina venezolana, que por cierto coloca a PDVAL como un niño de pecho en materia de corrupción, define claramente el juego de “perdedores” en el que estamos inmersos, y que nuestros hijos no merecen que se prolongue más.
Por supuesto, la pregunta que viene a la cabeza es cómo colocarnos en un nuevo paradigma.
La única respuesta que tengo hasta ahora, es convertir ya a la gasolina en un tema político y popular. Contra la manipulación de los “intereses en juego”, más y mejor información. Contra la corrupción histórica galopante un gran referéndum consultivo y vinculante ya.
Y este reto es de la sociedad consciente del riesgo en puertas. La MUD no puede quedarse MUDA ante tan importante asunto nacional, y más aún, debe convertirse en la gran plataforma para promover el “Referéndum” y la “Auditoría” inmediata de las gestiones Alí Rodríguez y Rafael Ramírez.
Por una Venezuela con Futuro para nuestros hijos, Referendum de la Gasolina ya.
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