Ignacio Gainzarain @igaztelu
El pasado sábado 21 de julio se produjo un hecho relevante en la recta final de esta campaña electoral. Los técnicos del Comando de @hcapriles reconocieron en el Foro auspiciado por el Grupo La Colina, que las captahuellas tienen estas 3 características (Ing. Mario Torre):
1.
No garantizan el principio “una persona un
voto”
2.
Son un arma intimidatoria
3.
Generan retrasos peligrosos para una elección
masiva y muy polarizada
Esta simple declaración
demuestra, lo que Alfredo Weil había apuntado en la declaración de las
organizaciones ESDATA y VOTOLIMPIO: “Por lo general, la Unidad Política es
difícil y espinosa, mientras que la Unidad Técnica suele surgir con más
naturalidad….”.
Esta declaración del nivel
técnico del comando, está acompañada de resultados de estudios serios de
opinión, que han vuelto a poner sobre la mesa el llamado “factor miedo”. No
citaré resultados, por razones de respetar las conversaciones que se han
activado a raíz del consenso que hay sobre el peligro de las captahuellas en
nuestra Venezuela actual.
La pregunta pertinente,
políticamente hablando, es qué hacer con esta doble realidad: “las captahuellas
son el elemento tangible de la dominación, y las encuestas presionan para
encontrar un camino inteligente para sacarlas del juego”.
Y este es un punto clave
para @hcapriles: Un líder serio no puede darse el lujo de pasar por alto una
mentira que el CNE repite todos los días, a viva voz, y por todo medio de
comunicación posible: “las captahuellas garantizan el principio de Una Persona Un Voto”.
Este es el reto que tienen los
actores relacionados del comando, y las organizaciones de defensa de los
derechos humanos, así como los independientes que han aportado su grano de
arena en la “desmitificación de la invulnerabilidad” del CNE.
Pondré un ejemplo para dejar
claro, que de lo que se trata es de poner en su lugar al CNE, y no de enviar un
mensaje alegre a los ciudadanos de no creer en el camino electoral, porque el
CNE no es virgen, puro ni transparente.
Imaginen un supermercado que
trabaja con la balanza “trucada”, es decir, con sobrepeso, y que el día menos
pensado, por un errorcito matinal, se le pasó la mano a ese pequeño “sobrepeso”,
pasando el mismo de 50 grs a 150 grs. Vino Lula y se quejó, luego Enriqueta
pataleó, y finalmente, a un chamo se le prendió el bombillo, y pesó el kilo de
harina pan en esa misma balanza descubriendo el factorcito “sobrepeso”. ¿Cuál
debería ser el papel de la autoridad, o de los líderes comunales, o de los
vecinos que compran allí? ¿Destruir el supermercado? ¿Quemarle la camioneta?
¿Golpear al dueño? ¿No hacer nada y dejarse robar por el abastero? O,
simplemente, ¿ponerlo en evidencia y exigirle que quite la balanza hasta que
tenga una certificada?
Particularmente, creo que
@hcapriles, abogado y hombre de corazón noble, no se inclinaría por las
soluciones drásticas, ni por las que no hacen nada para que todo sigue igual.
Pienso que plantearía el problema desde el punto de vista de los “Principios y
Valores”.
Este es el tema sobre la
mesa. Las CAPTAHUELLAS son como esa balanza trucada, no certificada, y que
genera beneficios para un solo lado.
En el artículo “El
Experimento Henrique, el Experimento” (*1), se le planteó un camino para
demostrar públicamente que las CAPTAHUELLAS no hacen lo que el CNE dice -todos los días- que hacen. Se planteó una
manera elegante de demostrar que nos están “certificadas” para estar sobre las
mesas electorales.
La importancia de alcanzar la
Unidad en lo Técnico es fundamental: al haber consenso sobre este serio problema,
@hcapriles nos sentará a todos para resolverlo. De hecho, el Jefe de la Campaña
ha dado un paso importante en esta dirección, llamando a las partes a encontrar
el camino para salir de la “emboscada técnica
del CNE”.
Enlaces:
“El
Experimento Henrique, el Experimento”.
http://gainzaedmat.blogspot.com/2012/06/el-experimento-henrique-el-experimento.html
“URGENTE E IMPOSTERGABLE: LA UNIDAD EN LO
TÉCNICO...”
http://gainzaedmat.blogspot.com/2012/07/urgente-e-impostergable-la-unidad-en-lo.html
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