El SENIAT, órgano recaudador de impuestos nacionales, entre ellos el IVA, cerró el Excelsior Gama desde hoy, jueves a las 10 am, hasta el domingo a las 10 am (72 horas)
Uno como ciudadano de a pie, como consumidor, se hace muchas preguntas cuando esta institución realiza impunemente estas acciones.
No hace falta ser “fan” de ninguna cadena para condenar semejante abuso del poder, cuyas consecuencias las sufren las comunidades que son obligadas a tener que perder tiempo-salud, a la par de ver como se merman ingresos del Estado por concepto de impuestos.
El SENIAT todos los años cierra cantidad de locales comerciales de todos los tamaños, y la mayoría de las veces por “pendejadas”. Y lo hace con la TV al lado. No lo hace calladito sino todo lo contrario, con gran bulla.
Cierran y que por la evasión de impuestos. Castigo ejemplarizante. Pero el tiempo demuestra que es por otros motivos. Porque si fuera por “evasión pura y dura”, bastaba con poner a los directivos y gerentes presos, y de repetir cerrar definitivamente las empresas. Si se trataba de pequeños errores, con la multa era suficiente.
Entonces, uno se pregunta cosas como:
¿Es el SENIAT un ente al servicio del Pueblo? ¿Se corresponden las prácticas del SENIAT con los intereses de la gente?
¿Quién sale perdiendo cuando la “Revolución de los Cangrejos” le da el visto bueno al SENIAT para que cierren, por ejemplo, grandes cadenas de consumo masivo por 3 días?
¿Ha cerrado el SENIAT a empresas como PDVAL, MERCAL, BICENTENARIO, AGROPATRIA, PDVSA? ¿Será que las auditorías de estas empresas son perfectas? ¿Será que sus directivos son personas de gran autoridad moral?
¿Cómo se calcula el monto de dinero que no entra al Tesoro Nacional por concepto de impuestos como el IVA? ¿cómo se calcula la pérdida de tiempo que ocasionan estas medidas a la gente, al pueblo?
Cuando “cierran” una cadena importante de consumo masivo, la cantidad de dinero que el Estado Venezolano deja de cobrar por concepto de IVA es astronómica. Basta hacer una hoja de cálculo que tenga las dos variables claves: ventas diarias, IVA diario. Multiplique las ventas diarias por 3 y sáquele el 12%. Como ejemplo coloco las cifras de una gran cadena que tiene un promedio de casi 500.000 Bs diarios de ventas por local. Son más de 20 locales. Eso nos da la cantidad en ventas de 10 millones de Bs. Multiplicado por 3 da 30 millones de Bs. El IVA de esas ventas de 3 días (12%) nos arroja la cantidad de 3,6 millones de Bs. Con esos casi 4 millones de bolívares se haría magia en liceos y hospitales. Entonces, ¿Quién es culpable de esta “omisión-evasión” de la tarea de recaudación?
Cuando “cierran” una cadena importante de consumo masivo, la cantidad de personas que tienen que desplazarse a otros lugares por culpa del SENIAT es inmensa. Porque detrás de cada facturita hay una persona. ¿Cuántas personas de la tercera edad o discapacitados son afectados seriamente por tales medidas arbitrarias? Y cuando cierran clínicas y redes de farmacias – en medio, además, de condiciones de escasez o sobresaturación- cómo queda la gente que requiere de esos servicios?
El cierre arbitrario de grandes cadenas y servicios de interés público plantea un gran desafío ciudadano: ¿Cómo “acabamos” con estas políticas totalitarias del SENIAT?
Twitter: @igaztelu
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