Ignacio Gainzarain – @igaztelu
En el artículo anterior, “Primarias sin cazahuellas: Good Point Mrs. Albanez”, se realizó un pequeño análisis sobre cual base permite afirmar que las Primarias son “seguras”, y que basta con destruir los cuadernos electorales para garantizar que el Régimen Militar no pueda tener el listado de los votantes, y así actualizar su famosa y perversa Lista de Tascón.
Quedó claro, que al no haber “cazahuellas”, uno de los caminos para garantizar la seguridad es el de destruir los cuadernos electorales. Pero, al destruir los cuadernos electorales se puede estar cometiendo, políticamente hablando, un gravísimo error.
El Gobierno de los “Militares Buenos”, con su CNE rojo rojito, ha logrado “inviabilizar” el acceso a los elementos tangibles de la data electoral, ésos que permiten una auditoría real de cualquier evento electoral. Por ejemplo, nadie puede acceder a las urnas electorales del Referéndum Revocatorio del 2004.
Sra. Albanes, destruir los cuadernos electorales es caer en la misma práctica del Régimen Militar, ésa que tanto hemos criticado. Pero además, en este caso particular, le daríamos una “bala de plata” al Régimen, para que al día siguiente del acto electoral, y a través de su potente aparato de propaganda, siembre en los actores políticos cantidad de “dudas razonables” sobre los resultados. Imagínese lo que pasaría Sra. Albanes, si el gobierno logra promover a los 3 días de las Primarias, que se solicite el reconteo de los votos, y que la MUD se vea en la obligación de dar la cara y decir que destruyó las cajas y los cuadernos, y que por tanto no se puede revisar nada. ¿Quién quedaría con el ojo morado?
Sra. Albanes,
¿Por qué no invitan a organismos internacionales de transparencia institucional a que traigan observadores al evento de las Primarias, y creen una comisión encargada de velar por la integridad de los cuadernos y urnas electorales?
¿No le parece que mejor que destruir los cuadernos electorales, es que la comisión del punto anterior, los deposite en custodia junto con las urnas electorales, por ejemplo, en la Comisión Interamericana de DDHH, o en la OEA misma?
¿Qué mejor prueba de seriedad por un lado, y de precaución por el otro, que garantizar que sólo a través de un Reglamento se podría acceder a dichos “cuadernos y urnas en custodia”, para estudiar cualquier duda que sea solicitada por cualquiera de los participantes en este importante evento de la oposición democrática?
Sra. Albanes, de esta primera batalla electoral debe surgir una oposición unida y con gran autoridad moral.
Eliminar las cazahuellas es un paso clave para democratizar los futuros eventos electorales. Garantizar la “auditabilidad” de los eventos es determinante en la transparencia del sistema electoral, y por tanto, una condición sine qua non para la gobernabilidad de cualquier autoridad surgida de las urnas.
Sra. Albanes, Sres. de la Comisión Electoral de la MUD, la sugerencia es sencilla: hay que blindar las Primarias, tanto en lo interno, como en lo externo. Y en lo externo, la transparencia y auditabilidad es claramente fundamental.
No destruyan los cuadernos ni las urnas electorales. Colóquenlas a buen resguardo en un organismo internacional serio y creíble, cara a la comunidad de países que están siguiendo de cerca lo que sucede en nuestra querida Venezuela.
Sra. Albanes, la democracia se los agradecerá, y sus conciencias dormirán en paz.
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