Iñaki Gainzarain
@igaztelu
@igaztelu
Sin prisioneros no hay prisión.....
Sin electores sumisos no hay 5ta República....
Sin electores sumisos no hay 5ta República....
A la mafia que hoy detenta el Poder Central y sus diversas ramas, le encanta recitar en coro la frase histórica del Señor Marx, aquella que reza “la religión es el opio del pueblo”, y cuya argumentación recae en que la religión es un elemento adormecedor del espíritu revolucionario, y es en definitiva un factor alienante del ser humano. La religión "supeditaba" todo lo relacionado con lo terrenal a la vida después de la vida.
Usando esa misma lógica, hoy podemos
decir, que las elecciones venezolanas son el “opio” del pueblo.
El Régimen ha instaurado un proceso que sumerge a la ciudadanía en
un adormecimiento perenne, toda vez, que tenemos un promedio de tres
elecciones cada dos años, y cada vez que se asoma un vientico
rebelde de cambio, los monaguillos electorales (los alias MUD) llaman
a la calma chicha del pueblo. Siempre se dice, que el camino es electoral, que hay que ir de elección en elección, y que en algún momento pasará "algo", habrá un cambio.
La jerarquía de esa religión-electoral
cuenta además con la nada desdeñable ayuda de los precios del
petróleo, de manera que es eficiente en lo terrenal, sobre todo
antes de una elección, al darle aspirinas al pueblo adolorido, no
para que salga definitivamente del dolor, sino para que lleve la vida
con más resignación (misiones y chequecitos en el bolsillo).
El Régimen invocó en su discurso del
protagonismo civil, la participación activa de los ciudadanos en la
construcción de un Poder Electoral realmente democrático. Pero en
la letra chiquita, éste ha violado la verdadera naturaleza del Poder
Electoral nacido de la Constitución del año 99, al lograr su meta
de que el CNE sea un simple órgano ejecutor del Partido Dominante,
y que el sistema “nuevo” se basara en un registro electoral
viciado, unas máquinas que cuentan los votos, y unos dispositivos
electrónicos que generan la clara percepción de que el voto no es
secreto, y por ende le recuerdan al pueblo que las “aspirinas”
existen, siempre que seas fiel a tu iglesia electoral. Y como
consecuencia de esto, todos los poderes públicos son como son, y de
no promover la rebeldía electoral, seguirán siendo como son.
El país vive una gravísima situación,
surgida de las políticas del Régimen centradas en el
desmantelamiento institucional, la destrucción del aparato
productivo, el estímulo de la progresiva dependencia de los
venezolanos del Estado, la impunidad que mata a los ciudadanos, y la
entrega de la soberanía nacional a una dictadura de la región y al
nuevo imperio emergente. Y todo ello, con el silencio cómplice de
los “verde olivas”, a los que el Régimen les ofrece algo más
que “aspirinas”.
Así como a la Iglesia Católica le
tocó abrirse al mundo, entender los signos de los tiempos, y afirmar
que el “Reino de Dios se construye aquí y ahora”, a nosotros nos
toca algo parecido.
Es hora de plantear un tablero distinto
en materia electoral. Es hora de abrirse a los signos de los tiempos.
De la participación sumisa y
adormecedora promovida por el Régimen, y bendecida por los
monaguillos electorales, debemos pasar al verdadero espíritu de lo
que significa el protagonismo de los ciudadanos en la construcción
de un Poder Electoral que garantice elecciones auténticas, y por
ende, gobernabilidad en el futuro cercano.
El primer problema a resolver es el del
Registro Electoral fraudulento. Y el primer paso serio en esta
materia sería el formalizar ante el CNE la desincorporación
voluntaria de ese Registro Electoral.
Y esto es un derecho de todos los
ciudadanos, porque en la Constitución del 99, se estableció que el
voto es un derecho y no un deber, es decir, no es obligatorio. Lo que
quiere decir, que el CNE no te puede negar el derecho a que te
desincorporen temporalmente del Registro Electoral.
Amparándose en este derecho
contitucional, los ciudadanos pueden hacer sentir su malestar con la
iglesia electoral.
Imaginemos por un momento un proceso
popular de rebeldía electoral representada en la desincorporación
masiva del Registro Electoral, por estar ante un Poder Electoral que
organiza elecciones fraudulentas.
Esto traería como consecuencia, que
tanto el Régimen que vive lavándose la cara con el cuento de
promover elecciones cada dos por tres, y los monaguillos electorales
que necesitan de sus voticos para mantener “sus espacios
burocráticos”, se tengan que plantear un reto mucho más serio,
cuál es sanear el Registro Electoral, garantizar que los ciudadanos
sean los que cuentan los votos, y que los dispositivos como las
captahuellas queden en el museo de los recuerdos de esta tragedia
histórica llamada 5ta República.
Esta rebelión electoral, sería un
hecho político que traería otra consecuencia inmediata sumamente
importante: la necesaria relegitimación de todos los poderes
públicos bajo las reglas de un sistema electoral conquistado por la
gente.
La REBELDÍA ELECTORAL expresada en la
desincorporación masiva del Registro Electoral, es un derecho de los
ciudadanos, constituye un acto pacífico, y es un paso fundamental en
el verdadero proceso de democratización del Poder Electoral, y por
ende, de los demás poderes públicos.
La REBELDÍA ELECTORAL además, le
enviará un mensaje claro a los “verde olivas” que hasta ahora
han eludido su responsabilidad en la defensa de la soberanía
nacional, amparándose en el argumento de que el pueblo cree que la
solución política pasa por contarse en las elecciones que organiza
el CNE.
La REBELDÍA ELECTORAL debe expresarse
en sucesivos actos colectivos en las juntas municipales del Consejo
Nacional Electoral.
La REBELDÍA ELECTORAL es una cuestión
de derechos humanos.
Excelente reflexión... un oasis en el desierto intelectual y de la ciudadanía locales.
ResponderEliminarRespalda una iniciativa que he recomendado para vivir con DIGNIDAD, para ejercer la ciudadanía verdadera desconociendo el Sistema Electoral-CNE y como consecuencia, los demás poderes públicos TODOS USURPADOS, para denunciarlos frente a la censura y autocensura general y para reclamar y promover el restablecimiento del Estado de Derecho, del imperio de la ley y de la República de Venezuela.
Un comentario crítico sobre la expresión: "...el CNE sea un simple órgano ejecutor del Partido Dominante": Se trata de una realidad mucho más trágica, al entender que partidos y política, así como instituciones democráticas, sólo existen en un Estado de Derecho. Venezuela esta sometida por la ocupación militar extranjera y la traición de los nacionales, civiles y militares, deviniendo en un nuevo Estado, VENECUBA, que es administrada por el crimen organizado transnacional desde La Habana. No existirían entonces partidos ni "partido dominante", sólo pantomimas de todos ellos.
Rómulo Lares Sánchez
Miembro del Poder Electoral en el "exilio"
a partir de Agosto 2003.
Celebro la fertilidad de una semilla en el ¡10mo. aniversario! de exilio.