Ignacio Gainzarain
@igaztelu Blog: http://gainzaedmat.blogspot.com/
Hoy Venezuela
tiene un río de personas trabajando con amor y tesón en la dirección de un
nuevo camino para las futuras generaciones. En todos los rincones del país hay
gente pensando cómo llevar 2 personas a “votar, ganar y cobrar”.
Cada mañana
escuchamos en la radio y tv a muchos analistas dando sus recomendaciones para
salir del atolladero en que nos ha sumido el Gobierno de los Militares Buenos. Desde diagnósticos hasta
soluciones provisionales mientras se dan las condiciones para desarrollar
planes serios y de mediano y largo aliento. Personeros de las élites pensantes que critican con fuerza
y razón al desgobierno, que profundizan en programas estratégicos, pero que en
general, se vuelven avestruces al
momento de encarar el tablero del sistema electoral electrónico.
Equipos de
trabajo dedicados a potenciar la “ola del cambio”. Jóvenes de todas las edades
participando con la ilusión de convertirnos en un Orinoco indetenible, en un
Progreso inevitable.
Vemos a un
candidato disciplinado y fajadísimo en sus recorridos por el país. Del “casa
por casa” a los mítines en grandes avenidas de pueblos y ciudades. Acompañado
de ideas y propuestas, pero escurriendo también el bulto llamado CNE.
Pero “El
Progreso” Caminante, tiene un fuerte y oscuro rival que lo acecha en todos los
tableros. Ese rival, la revolución
decadente, es hoy tan peligroso como un gran tigre herido, y está hoy más
necesitado que nunca de sus “trucos y persuasiones”.
Y esa revolución decadente, para colmo de nuestra
cruzada por “El Progreso”,
está beneficiada por un lado, por la “gratitud” de algunos expertos del Comando,
que se dicen leales al pueblo democrático, pero que ocultan duras realidades; mientras
que por el otro, por la omisión silenciosa de ciertos factores mediáticos de
primer nivel.
Caminante de a
pie, hay preguntas, como las que siguen, que siguen sin respuesta veraz,
oportuna y adecuada.