sábado, 8 de octubre de 2011

¿Lumpen en la Unimet?



Este surtidor de agua protegido” constituye un símbolo de la Caracas contemporánea. Es un detalle típico de una cotidianidad excesivamente tranquila y normal.
La Universidad Metropolitana, prestigiosa casa de estudios (privada) ubicada en Caracas, ha sido condecorada internacionalmente en competencias de estudiantes organizadas por la Harvard University.
Quién iba a pensar que en una de las más ordenadas y seguras universidades del país, donde hay vigilantes casi que hasta en los baños, se haya llegado a tener que proteger a los surtidores de agua potable.
Claro, la Unimet está en un país en el que el gobierno militar tiene el descaro de comunicar que hay que soltar a unos 20.000 presos, que se deben “borrar” sus antecedentes, y que para colmo la inamovilidad laboral debe garantizarse hasta, al menos, el año 2021.
Dicho Régimen aspira a que la gente se quede tranquila, que no se preste al juego mediático de la “sensación de inseguridad”, y que en todo caso, que cada quien invierta en la protección de lo suyo.
Ahora bien, más allá de la caótica crisis que promueve activamente la Revolución de los Cangrejos, lo que comunica esta foto de la Unimet es algo más profundo. Es una campanada a la reflexión universitaria sobre como la universidad está reflejando poco a poco lo que acontece a diario en la sociedad.
¿Cuántos surtidores se habrán robado, cómo para que una universidad provista de una gran seguridad, se vea en la obligación de hacer una “jaula” para un simple enfriador de agua?
¿Qué factores internos pueden estar involucrados en el robo de surtidores-enfriadores de agua? ¿Por qué no se invierte más en implementar acciones educativas y participativas de la comunidad universitaria?
Esta situación demuestra que el problema de la delincuencia no se resuelve solamente con policías y cámaras de seguridad. Es un problema más complejo, multifactorial, y que encierra un claro reto a la cultura de esta Alma Mater. Martin Luther King afirmó una vez, algo que está íntimamente vinculado a nuestra crisis: “Lo preocupante no es la perversidad de los malvados sino la indiferencia de los buenos.”
Yo me atrevo a insinuar un posible elemento que influye en cantidad de situaciones similares que viven instituciones y zonas de la Venezuela de hoy.
Hablo del “efecto L”:  la “lumpenización” del país.
Así será de clave el concepto de Lumpen, que su origen está íntimamente vinculado al análisis de los marxistas originales. Ellos veían en ese grupo humano, muy amplio en aquella época, un gran peligro para el proceso de la lucha de clases. No entraremos en esa discusión. De hecho el término simplemente lo estamos tomando prestado, porque refleja algo importante, que necesariamente debe ser “re-conceptualizado” en esta etapa histórica, y muy particularmente en la venezolana actual, donde prácticamente el grueso de la población activa está al margen de la economía formal, subordinada a la ley de la selva, y a las permanentes tentaciones de la viveza y complicidad criolla.
Y debe quedar claro que en esa adaptación se hace énfasis en el carácter “policlasista” del término, es decir, que no está referido únicamente a gente humilde sin formación, sin competencias básicas para trabajar en empresas, sin espíritu de solidaridad, sin visión de lo que implica ser parte activa de la gente que lucha por un mundo mejor.
Estamos incluyendo en el término, a todas aquellas personas, ricas o pobres, que no tienen suficientes valores como para entender que lo público es de todos, y por ende, que debe ser protegido al máximo. De hecho, sobran ejemplos de gente con recursos, que con sus acciones en lo público hacen mucho más daño que lo que hacen sus compatriotas de menos recursos y en teoría menos educados. Porque, el robo de aparatos de este tipo, bien pudiera ser una acción de niños bien, o de trabajadores con sólidos contratos laborales, o de una combinación de éstos.
Quien quita que este tipo de imágenes pasen en un tiempo razonable a ser cosas del pasado, y como tales formen parte, o del Museo de la Sensación de Inseguridad, o del Museo de la Lumpen Venezuela, espacios éstos, que mostrarían a las futuras generaciones, como eran dos de las caras de la Venezuela de principios del siglo 21.
@igaztelu

1 comentario:

  1. CREO ES LA MANERA EN QUE EL ESTADO FORAJIDO GOBERNADO POR DELIQUENTES INTELECTUALES , PEORES QUE AQUELLOS PRODUCTO DE LA EXCLUSION , MARGINALIDAD , HAMBRE , MISERIA Y HACINAMIENTO PROSTITUCION , SON UTILIZADOS PARA EL ASESINATO , ROBO Y DESTRUCCION DE LA SOCIEDAD , ARMADOS Y DROGADOS NO SOLO POR LAS SUSTANCIAS PSICOTROPICAS , SINO TAMBIEN POR DISCURSO DE ODIO Y RENCOR CONTRA TODO AQUELLO Y AQUEL QUE LUCHO POR LOGRAR OBJETIVOS MORALES , PERSONALES ,ETICOS Y ECONOMICOS , AUN NO HEMOS LLEGADO AL LLEGADERO DEL TERROR Y EL MIEDO QUE SE VA IMPLANTANDO , EN UNA CIUDADANIA ATEMORIZADA , ACOBARDADA Y SECUESTRADA EN SUS HOGARES .

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