La diputada Rosaura Sanz (partido PJ) expresó con motivo del segundo
permiso al Presidente ¿Enfermo?: “nosotros como venezolanos no hemos
actuado egoístamente, como por allí se dice, somos humanos y tenemos
familia y cualquiera que pase por esa situación lo apoyaremos. … Como
venezolanos y conscientes de la situación que está viviendo hoy el
Presidente, ponemos nuestro grano de arena en esta Asamblea para que (el
Mandatario) vaya a Cuba a hacerse su tratamiento”.
Sra Dip. Sanz, ¿qué quiso decir usted con: “somos humanos y tenemos
familia y cualquiera que pase por esa situación lo apoyaremos”?.
¿Insinuó usted, que a las familias con enfermos en estado grave, les
basta con dirigir una simple carta a la Asamblea, sin ningún informe
médico, y entonces serán montados en un avión a La Habana, o de no haber
aviones disponibles, ingresarán en las clínicas privadas en nombre de
la solidaridad?
Evidentemente que la bancada de la oposición ha representado un
avance en el estado de cosas de la política nacional. Pero eso no quiere
decir, que ustedes pueden vacilarse al país, por ejemplo, al país
representado por las personas con enfermedades graves (y por ende a sus
familias), y que no tienen a donde ir.
El tema de la “enfermedad” no es un punto cualquiera de la agenda
nacional. Es un punto que exige una posición centrada en principios. Si
un personaje público, en este caso del nivel presidencial, no presenta
un informe médico creíble, ¿como ‘carajo’ pueden ustedes darle un
permiso para que se vaya al país que dice haber descubierto la
enfermedad, el mismo que además está contribuyendo a la destrucción
nacional?.
En segundo lugar, la posición por ustedes adoptada, representa una
ofensa al sistema de salud venezolano. No me imagino al presidente de un
país serio, y que además se dice soberano, mandando a su presidente a
otro país.
Dip. Sanz, ¿se imagina a cualquier presidente de Europa, para no
hablar del imperio o de China, mandando a su presidente, por ejemplo, a
Cuba? ¿O se imaginan a Fidel o Raúl viajando a otro país para operarse?
Yo me imagino que cualquiera de esos presidentes, si sabe que hay un
especialista muy renombrado en otra nación, lo traerían a su país, para
que en algún hospital o clínica privada atendiera a su presidente, tal y
como lo hizo el mismísimo Fidel.
Sra. Diputada, tengan principios claros. Si no hay un informe médico
serio, realizado por médicos venezolanos, no puede haber un permiso.
Lo correcto política y éticamente es “salvar el voto”, al menos,
hasta tener un informe creíble, y que incluya además, la confirmación de
que esa enfermedad no puede tratarse en el país, o porque no hay
especialistas, o porque no hay infraestructura para ello, o porque no
hay tiempo para montarla.
Sra. Diputada, saben muy bien que estos señores tienen una mayoría
producto de un truco legal de última hora, y que por tanto no necesitan a
la oposición para aprobar un permiso.
Sres. Diputados de la MUD: ¡cómo le han servido al Régimen esos 2 permisos !
Basta ver como el oficialismo le restriega por la cara, a los
periodistas extranjeros que cuestionan la existencia de una enfermedad,
el permiso dado por ustedes. El argumento es trivial: Si ellos
(oposición) dan permiso es porque tienen la información médica; entonces
periodistas extranjeros, dejen de preguntar pendejadas.
Imagine por un momento Sra. Diputada, que se descubriera que lo de la “enfermedad” es mentira. ¿Cómo quedarían sus palabras?
Y si fuera cierta la existencia de la “grave enfermedad”, ¿no debería
ser tratado el personaje en nuestro sistema de salud? ¿Pondría un país
soberano la salud de su presidente en manos de médicos y políticos
extranjeros? Y si muere en esas manos, ¿qué tendríamos que esperar?
¿cuándo nos enteraríamos del deceso? ¿Cuántos convenios podrían aparecer
de repente, y de paso avalados por ustedes mismos, desde el preciso
instante en que otorgaron los permisos?
Sra. Diputada, en este tema relevante para el país, llevan de dos dos, y si vuelven a dar otro permiso, ¡estarán ponchaos!
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